

¡La vida es mucho más que animales y plantas! Un recorrido para descubrir algunos de los grupos de seres vivos que son “invisibles a los ojos”. Aunque no los veamos, los microorganismos siempre están.
En grupos, los chicos y las chicas proponen clasificaciones de especies a partir de un juego de tarjetas. La tarea se complejiza al incorporar más de un criterio de clasificación. Discutimos la validez de los árboles evolutivos y estudiamos cómo se elaboran.
Comenzamos a trabajar con un caso de estudio intrigante y buscamos reconstruir el árbol evolutivo entre distintos grupos de vertebrados. Nos basamos en evidencias recolectadas a partir de la observación de características fisiológicas, formas anatómicas y desarrollo embrionario.
Continuamos con la reconstrucción del árbol evolutivo de los cetáceos. La clase anterior definimos que se ubican entre los mamíferos; ahora, hilamos más fino y estudiamos el registro fósil en busca de antecesores con características anfibias y, más atrás en la historia, terrestres.
Reducimos la brecha en la ubicación de los cetáceos en el árbol de la vida: determinamos el grupo de mamíferos al que pertenecen. Realizamos el estudio de la filogenia de especies seleccionadas a partir de sus secuencias de la proteína citocromo oxidasa.