La idea central de la secuencia es una con la que los y las estudiantes tienen permanentes problemas: que los objetos pueden moverse aun sin interactuar con otros objetos, que, dejados por su cuenta, se moverán a velocidad constante. Y, generalmente, el formuleo matemático no ayuda; los niños y las niñas aprenden a resolver los problemas (¡o no!) sin entender las ideas de fondo. Propongo explorar la inercia a partir de colisiones y otros fenómenos simples que implican movimiento, como puntapié para imaginar la situación ideal: aquella en la que un objeto no interactúa con ningún otro. Esto puede lograrse disminuyendo gradualmente estas interacciones y, luego, imaginando su ausencia total. Como Galileo, imaginamos un mundo sin choques, sin rozamiento, sin atracciones. Espero que así los y las estudiantes aprendan no solo el Principio de Inercia, sino el rol central de la idealización y simplificación en ciencia.